miércoles, 11 de julio de 2007

6 - ¿PUEDE EL TRANCE MEDIUMNÍMICO SER UNA COMUNICACIÓN SEGURA CON EL MÁS ALLÁ?

INTERPRETACIÓN CIENTÍFICA DE LOS FENÓMENOS ESPIRITISTAS

Se debe empezar por tener muy en claro qué es un médium. Es obvio que dejaremos de lado la interpretación que dan ellos mismos o los espiritistas en general. Si bien es cierto que la palabra médium significa que estos sujetos serían mediadores entre espíritus del más allá y los de este mundo, esto no pasa de ser una creencia que habrá que ver después si es verificable.
No obstante lo anterior, seguiremos usando la palabra médium que aplicaremos a “sujetos que entran en trance”. Esta palabra también presenta un problema, dado que se aplica a los estados de hipnosis, pero veremos que no es lo mismo.
Un aspecto fisiológico a destacar que establece de por si una gran diferencia con la hipnosis lo constituye la aceleración de los latidos del corazón del médium, que puede llegar a más de ciento setenta latidos por minuto, cosa que no necesariamente ocurre en estado de hipnosis.
En la hipnosis, generalmente, el sujeto es dirigido por la mente y la voluntad del hipnotizador. En el trance mediumnímico aparentemente no hay nada de esto, salvo que pongamos en su lugar la ceremonia, la creencia previa y la invocación que se hace a los espíritus como un reemplazante del hipnotizador.
En relación al médium tenemos cuatro campos a estudiar: uno, los mensajes; dos, las producciones o efectos materiales; tres, las curaciones realizadas sobre otras personas y la xenoglosia.
La mayoría de los mensajes del más allá pueden interpretarse como elaboraciones del inconsciente del médium en colaboración con el campo PSI del grupo que participa de la sesión, a lo que puede agregarse la captación telepática de la mente de otros individuos más la participación del inconsciente colectivo. Queda así la creencia en la participación de espíritus desencarnados como una tesis a demostrar. No obstante, es necesario reconocer que ciertos fenómenos espiritistas han sido extraordinariamente impresionantes, por lo que han logrado convencer a varios científicos de la manifestación de los espíritus. Lo que resulta difícil es introducir estos fenómenos dentro del método experimental con su análisis estadístico. Algunos científicos dirán: de no ser así, siempre estamos en el terreno de las interpretaciones.
Por otro lado, hay que destacar que ciertos médiums, sin lugar a dudas, han producido notables fenómenos de percepción extrasensorial y de psicoquinesis, dos modalidades parapsicológicas con base sobradamente científica.
En cuanto a las manifestaciones psicoquinéticas y las curaciones que los médiums pueden producir seguirán siendo tomadas como producidas por un factor desconocido del inconsciente del sujeto en estado de trance, posiblemente en combinación con el de otras personas. Los médiums no saben absolutamente nada sobre lo que producen, ya que esto lo hacen en un estado totalmente inconsciente y al salir de él no pueden traer a la memoria ningún dato de lo ocurrido.
Hay que destacar que algunos médiums han entrado en trance sin poder producir ningún tipo de fenómeno. Esto nos lleva a dos conclusiones: una, que no hay ningún ente exterior al médium, un espíritu por ejemplo, que lo haga entrar en trance y dos, que el trance no es una condición forzosa para producir hechos parapsicológicos.
Casi no es necesario señalar que en el trance el sujeto pierde toda identidad habitual y sin el control de ésta queda a merced de las pulsiones del inconsciente y/o tal vez de fuerzas desconocidas. Cabe recordar aquí, como lo hacemos en otra parte, que la palabra inconsciente apareció en la época de Freud con el término alemán “wunderwust” que quiere decir “desconocido”.
De todos modos volviendo sobre lo ya dicho, no queda ninguna duda que el papel de la ceremonia y la creencia previa de todo el grupo interviniente juega un rol preponderante en las funciones del médium y hasta para la aparición de éste como tal. De hecho en la vida común, occidental, es prácticamente imposible que aparezca un médium. En caso de que así fuera, con seguridad sus allegados lo llevarían a un instituto psiquiátrico.
No obstante lo dicho, debemos admitir que en la vida cotidiana sin estar propiamente en trance existen personas que por momentos están ausentes a tal punto que diríase “no son ellos mismos” y no sabríamos decir “por donde andaba su mente”. Popularmente se les aplica el antiguo dicho “estaban en Bavia”.
Por otra parte, existen sujetos a los cuales los esoteristas denominan de “aura porosa” y que se caracterizan por captar de cerca o a distancia los estados psicofísicos de otras personas.
Vamos a dejar colgando una pregunta: ¿es la mediumnidad una virtud, algo así como una facultad distinta y superior, o en cambio es tan solo un defecto psicofísico?

1 comentario:

Sebastián dijo...

hola, hace 4 años descubri que era medium. Soy una persona de formacion atea, por lo que encontrar este don fue sumamente fuerte y conmovedor.
cuento mi historia en un blog www.yomedium.blogspot.com
y en un documental que estoy grabando.
Creo que este articulo es demasiado resumido y cae en algunas generalidades respecto a los mediums.
El don, si bien tiene similitudes asombrosas, difiere de un medium a otro. Hay muchos tipos de mediumnidad y dentro de cada uno, cambia la interpretación del fenomeno segun la base de creencias de los mediums.
es importante nombrar que todos los mediums que conozco y de los que he leído, se sienten acompañados por al menos un espiritu guia (tiene distintos nombres segun la creencia)
bueno, eso. visiten mi blog

gracias

sebastian