viernes, 17 de agosto de 2007

10- CIENCIA: ¿UN EDIFICIO DE PALABRAS?

¿QUÉ SE CONSIDERA CIENCIA EN LA ACTUALIDAD?

Consideramos que puede ser oportuno antes de seguir desarrollando diferentes temas sobre la Parapsicología dar una idea sobre lo que se considera ciencia hoy en el siglo XXI.
Si bien el campo es amplio, complejo y muchos de sus puntos serán siempre motivo de discusión conviene primero definir la ciencia como un EDIFICIO DE PALABRAS.
Hablando con propiedad, la ciencia no existe como unidad. Nadie, ni Einstein, pudo lograr el tan soñado campo unificado. Filosóficamente se sostiene que La Realidad es una, pero los científicos deben resignarse a trabajar por separado en distintas especialidades o disciplinas, a veces, con un lenguaje y una metodología diferente, lo que hace que en algunos casos sus caminos se alejen de la tan pretendida unidad científica.
Estas disciplinas se dividen en dos grandes grupos: Formales y Fácticas. A las primeras, como la Lógica y las Matemáticas, solo se les exige el principio de la coherencia o no contradicción. Las Fácticas deben colocar debajo de cada palabra de su edificio una prueba experimental. Esta prueba lo es siempre y cuando esté acorde con el criterio consensuado de la comunidad científica mundial y obtenida mediante el método experimental haciendo intervenir el análisis estadístico.
Para que pueda constituirse una nueva disciplina científica ésta debe delimitar su campo de estudio sin invadir el área de otra ya existente. Hay casos donde forzosamente tendrá que usar una metodología y un lenguaje especial.
Un principio “sine qua non” de la Ciencia, es que pueda aislar el fenómeno que investiga sin posibilidad alguna de contaminación de residuos de fenómenos espurios.
Hoy la mayoría de los trabajos científicos necesitan de un equipo interdisciplinario. Por ejemplo, una disciplina de avanzada, como lo es la Espeleología, disciplina que estudia las cavernas, necesita de la Geología, Mineralogía, Física, Química, Biología, etc.
Los científicos podrían agruparse en dos tendencias filosóficas: el Materialismo, que sostiene que todo es producto de la materia y del azar; y el Vitalismo, fundado en la idea de que existe un principio no material, con un plan y una intención que produce el mundo manifestado.
Está casi demás decir que para lograr los extraordinarios resultados de la investigación científica actual han sido necesarios una gran cantidad de ingenios técnicos. Se crearon toda clase de aparatos de medición de aspectos de la realidad, como los empleados en Microfísica para entrar en el corazón del átomo. Y, para la manipulación de la gigantesca y compleja cantidad de datos fue necesario que existan los bien llamados ordenadores o computadoras, sin los cuales habría sido casi imposible recopilar sistemáticamente la investigación.
En relación a lo antedicho conviene señalar algo inquietante: hoy no hay una mente humana que pueda pensar todas las disciplinas en conjunto. Esto, por sí mismo, es un llamado a la modestia de los científicos que deben aceptar los límites no solo de sus métodos sino de su propia mente y del lenguaje.
El prestigio actual de la ciencia se debe a su aplicación y a que sus resultados han influido en la modificación socioeconómica del mundo. Lamentablemente, esto ha ocurrido sin el avance paralelo de una Conciencia. Tenemos una ciencia que avanza en escalada sin medir las consecuencias de sus aplicaciones y sin una ética ecológica y humanitaria. Aparte del problema del armamentismo, tenemos el ambiental, que ha llegado a un punto crítico de peligro para la vida orgánica en la tierra por la contaminación y los desequilibrios provocados por el avance técnico científico.
Hoy, lamentablemente, los científicos que trabajan para instituciones o el estado, tienden a ser dogmáticos o cerrados defendiendo casi siempre teorías oficialistas que obedecen al status quo y a un interés creado. La verdadera investigación científica debe ser independiente.
La función de la ciencia ya de por si es limitada, consiste en MEDIR. Un metro puede servirnos para tener un parámetro de comparación, pero lamentablemente no nos dice nada sobre la naturaleza de lo que mide. Parece que la Ciencia está condenada a no poder contestar la pregunta ¿QUÉ ES? Sólo nos da una parcial descripción del fenómeno, según aparece en nuestra mente, en la cual garrapateamos algunas explicaciones. Éstas indefectiblemente tienen un carácter Relativo y Provisorio. Baste tener en cuenta que al final del Siglo XIX los científicos creyeron haber llegado a la cúspide del conocimiento. Pero desde entonces a hoy el Conocimiento ha variado más que en siete mil años y posiblemente seguirá cambiando.
Por último, agregamos que la Parapsicología utiliza muy tangencialmente los ingenios técnicos, como el electroencefalograma, electrocardiograma, magnetómetro, rayos infrarrojos y otros. Como se trata de fenómenos no físicos los aparatos no son muy necesarios, solo se intenta cuantificarlos a los efectos de poder medirlos estadísticamente.

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